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One of Moffitt's therapy dogs named Jolie posing with a holiday collar.

Hola, me llamo Jolie. Soy un labradoodle australiano y uno de los perros certificados de terapia de Moffitt Cancer Center. Me

gustaría hablarles un poco sobre cómo vine a Moffitt y qué trabajo hago aquí. Soy voluntario, lo cual significa que no me pagan, pero no importa, porque me encanta lo que hago.

Mi mamá, Marlene, me adoptó cuando yo tenía apenas ocho semanas. Ella es enfermera jubilada y quería seguir ayudando a la gente. Como a mí me gusta todo el mundo, mi mamá dijo

que yo era un perro de terapia por naturaleza. Primero tuve que aprender buenos modales, como no saltar encima de las personas ni robarles la comida. Luego tuve que aprobar un examen especial del Project PUP [el Proyecto «Cachorro»] para ver si cumplía los requisitos. A pesar de ser tan difícil, ¡lo aprobé! A continuación mi mamá llamó a Moffitt para decir que queríamos ser voluntarios del Programa de Terapia con Mascotas. Tuvimos que ir a entrevistas como las de los voluntarios humanos. Después de responder airosos a las entrevistas, comenzamos el trabajo de voluntarios en noviembre de 2019.

«¿En qué consiste la terapia con mascotas?», se preguntarán ustedes. La respuesta es sencilla: en llevar alegría y consuelo a quienes los necesitan. Puedo percibir cuando alguien me necesita. Un día, cuando caminábamos por un pasillo de Moffitt, vi a una anciana en silla de ruedas; su hijo la empujaba. Mi mamá dijo que esa señora recibía oxígeno y supe que me necesitaba.

Fui directamente hacia ella y apoyé la cabeza en su regazo. La señora me abrazó y comenzó a llorar. Mi mamá le preguntó si se sentía bien. «Sí», le respondió ella, «pero estoy abrumada». Me puse muy contento de poder consolarla. También alivio el estrés del personal de enfermería y de los integrantes del equipo. La mayoría de ellos saben cómo me llamo. A veces las enfermeras me abrazan y dicen: «Jolie, de verdad te necesitaba hoy».

Los martes voy a las salas de espera y visito a pacientes. Si me ven, acérquense a saludarme. ¡Me encantará conocerlos!

Los perros de Terapia con Mascotas de Moffitt

Me llamo Rocky.

Rocky

Mi comida favorita es el queso. No puedo verlo, ¡pero lo huelo a leguas!

 


Teddy

Me llamo Teddy.

No soy realmente «voluntario». Soy un profesional a sueldo que va con corbata al trabajo porque en Moffitt no hay «jueves informal». Mi trabajo es dejarme mimar y me pagan con galletas. La sala se llena de sonrisas y ovaciones cada vez que me paro en las patas traseras a recibir el pago de mis servicios. Y cuando me han pagado, busco al próximo en consentirme para que me paguen de nuevo.


Madison

Me llamo Madison.

Cuando no trabajo de voluntaria estoy en la terraza observando la vida silvestre y reflexionando sobre el efecto positivo que tengo en la vida de alguien.


Finlay

Me llamo Finlay, que en gaélico es «guerrero de pelo blanco».

Me encanta el pescado. No me gusta pedir comida, pero me quedo mirando hasta que me dan algo.


Nos llamamos JoJo y Kayba.

JoJo and Kayba

A JoJo le encanta viajar en carritos de golf. A Kayba le encanta pasar tiempo con la familia.

Jojo, compañera amada, te recordamos con cariño: JoJo y Kayba han sido voluntarias de Moffitt desde el año 2020. JoJo hacía sonreír a cada paciente, cuidador e integrante del equipo que la conocía.


Me llamo Feller Bruno.

Soy voluntario porque me encanta formar parte de la vivencia del paciente en Moffitt. Llevo con mucho orgullo el botón de la «Experiencia del paciente» durante mi trabajo.

Feller and the Moffitt staff


Si le interesa que su mascota sea voluntaria en Moffitt, pida más información en los Servicios de Voluntarios llamando al (813) 745-2254 o escribiendo por correo electrónico a VolunteerServices@Moffitt.org.