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«No soy muy supersticioso; solo un poco ‘sticioso’» Michael Scott en The Office.

El viernes 13 en los países anglosajones es sinónimo de mala suerte y desgracia. En mi caso, es la fecha en que todo cambió. Era 2018 y yo tenía 32 años. Trabajaba de biólogo en la propagación del coral y en investigaciones genéticas para restaurar arrecifes de coral. Como siempre andaba ocupado entre los laboratorios y el trabajo, no era raro sentirme cansado y sin alientos al final del día, pero el agotamiento nunca disminuía. Por desgracia, no le hice caso y seguí trabajando, y me demoré en ir al médico hasta el viernes 13 de julio de 2018.

Ryan GebertMe diagnosticaron leucemia linfoblástica aguda con cromosoma Filadelfia (LLA Ph+), un subtipo infrecuente del cáncer más frecuente de la infancia, la leucemia linfoblástica aguda (LLA). Al igual que la LLA, la LLA Ph+ es un cáncer de un tipo de células sanguíneas llamadas linfocitos. Lo que hace que este subtipo sea infrecuente es una mutación que fusiona dos genes en uno: el BCR y el ABL. Este gen BCR-ABL, llamado «translocación Filadelfia», puede hacer que los glóbulos blancos se vuelvan cancerosos.

La travesía hacia la recuperación estuvo salpicada de obstáculos llenos de dolor e incertidumbre. Sin embargo, yo tenía un mecanismo para sobrellevar todo esto. Podía encontrar humor en mis dificultades. Más que un respiro en la tristeza y el dolor, la risa me dio las fuerzas para afrontar los ciclos de quimioterapia y el trasplante de células madre. El cáncer había puesto obstáculos en mi camino. Mi capacidad para reír y hacer que otros se rieran ante este reto me permitió superarlos.

Seamos sinceros: el cáncer no tiene nada de gracioso. Sin embargo, esta capacidad en mi situación ha reducido la ira y el temor, y me ha mantenido equilibrado, centrado y alerta. El cáncer es diferente en cada caso; cada persona encuentra su propia manera de superarlo. Mi experiencia me ha enseñado lo paciente, obstinado y resistente a la adversidad que puedo ser.

Me alivia y alegra decir que, después de casi cinco años de lucha, estoy en remisión completa. Actualmente trabajo en Moffitt, aplicando mi formación y mis experiencias para corresponderle a la comunidad de investigación con el fin de transformar la salud y mejorar la calidad de vida.

Esta historia se publicó originalmente en el boletín informativo ENLACES. Visite Moffitt.org/Enlaces para leer más historias y más información.