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La recurrencia es otra de las duras realidades del cáncer. En Moffitt Cancer Center, todos nos centramos firmemente en el seguimiento constante y las actualizaciones diagnósticas periódicas de los pacientes que han tenido tumores raquídeos para asegurarnos de que sigan sin cáncer. La mayoría de los tipos de cáncer que aparecen de nuevo lo hacen en los primeros dos o tres años después del tratamiento, mientras que otros pueden aparecer años después. 

Por medio de estudios de diagnóstico por imágenes, tales como tomografías computarizadas, resonancias magnéticas, mamografías y gammagrafías óseas, podemos hacernos una idea precisa de la salud del paciente. También estudiamos marcadores tumorales (análisis de sangre que detectan sustancias cuya elevación indica la recurrencia del cáncer), así como biopsias de la médula ósea y análisis de sangre corrientes. Esto es especialmente importante en el tratamiento y el seguimiento de los tumores raquídeos.

Puesto que la columna vertebral es uno de los lugares del organismo al que el cáncer se disemina con más frecuencia desde sitios como el seno, el pulmón, la próstata, la tiroides, el riñón o el colon, es importante que realicemos a menudo pruebas diagnósticas exhaustivas en los pacientes para descubrir temprano el cáncer si hay una recaída. Además, ofrecemos grupos de apoyo que le ayudan al paciente a superar el temor a la recurrencia. 

Si desea más información, llame al 1-888-663-3488.