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Sean T. Powell, trabajador social y director de Trabajo Social y de los Servicios para el Paciente y la Familia

Los cuidadores son los héroes olvidados de la vivencia del cáncer. Se les lanza a realizar esta labor sin capacitación formal y, a menudo, con poco tiempo para prepararse. Su amor y preocupación por el paciente los impulsan a asumir responsabilidades nuevas y extrañas, y a echar mano de una fortaleza y determinación cuya existencia no conocían. Sus funciones son muchas: coordinadores de citas, tomadores de decisiones, consejeros informales, voceros y taxistas. Dedican gran parte de la atención a su ser querido y a menudo descuidan sus propias necesidades durante el tiempo en que lo cuidan a él.

Yo, que he sido cuidador, conozco la enormidad de la tarea y siento gran empatía por ellos. Mi hermana y yo cuidamos a papá cuando le diagnosticaron cáncer de colon. Yo había sido trabajador social de oncología por más de quince años, así que les llevaba ventaja a casi todos los demás cuidadores. Sin embargo, eso no eliminó el estrés de cuidar a otra persona en tiempos difíciles y de tener que absorber más responsabilidades. La situación me sirvió para entender la experiencia de los cuidadores con quienes trabajo a diario y para apreciar mucho más el papel que cumplen. También me ayudó a estar más preparado para atender sus necesidades y apoyarlos durante su experiencia.

En esta edición de PARTNERS rendimos tributo a los cuidadores de pacientes de cáncer y agradecemos los aportes innumerables que hacen al éxito del tratamiento de sus seres queridos y al mejoramiento de su calidad de vida. Tenemos artículos de cuidadores y de profesionales sobre el impacto del diagnóstico, las formas de hallar ayuda tangible y las recomendaciones sobre cómo sobrellevar la situación y cómo cuidarse. El trabajo que ustedes hacen es invaluable; en Moffitt apreciamos la atención, preocupación y abnegación que demuestran día a día. No solo nos inspira el valor del paciente, sino el de ustedes.