El diagnóstico del tumor de Pancoast

Cuando un médico está trabajando en el diagnóstico de un tumor de Pancoast, normalmente solicita varias pruebas. El proceso comienza habitualmente con una o dos pruebas de imagen, que pueden revelar si un nódulo pulmonar está creciendo en la parte superior de la pared torácica o en las vértebras (en el surco superior de la cavidad pleural), que son los sitios que el tumor de Pancoast invade por lo general.

Pruebas que se requieren para diagnosticar un tumor de Pancoast

En la mayoría de los casos, la ruta hacia el diagnóstico de un tumor de Pancoast comienza con una radiografía anómala de tórax. De allí, el médico podría ordenar una o más de las siguientes pruebas:

• Tomografía computarizada: Esta prueba de imagen es más detallada que la radiografía de tórax.
• Tomografía por emisión de positrones: Esta prueba sirve para evaluar si el cáncer se ha extendido fuera del pulmón, por ejemplo, a los ganglios linfáticos o a otros órganos.
• Resonancia magnética: Por lo general, este tipo de prueba de imagen es la más exacta para determinar el alcance al cual el tumor afecta la pared torácica, los nervios, las vértebras o los vasos sanguíneos.
• Biopsia: Se realiza una biopsia para obtener células del tumor para que el anatomopatólogo verifique que, de hecho, se trata de un cáncer de pulmón que se manifiesta como tumor de Pancoast.

¿Por qué es difícil diagnosticar el tumor de Pancoast?

El proceso de diagnóstico del tumor de Pancoast no siempre es tan sencillo como realizar las pruebas mencionadas. Los pacientes con tumores de Pancoast a menudo tienen síntomas que se parecen a los de otras enfermedades menos graves, como la artritis del cuello o la enfermedad degenerativa del hombro. Como resultado, es posible que el médico no sospeche la presencia de cáncer hasta que los síntomas empeoren de manera progresiva o una masa inesperada se descubra en una radiografía de tórax. Además, los pacientes que tienen un tumor de Pancoast habitualmente presentan el síndrome de Pancoast, un conjunto de síntomas individuales, como el dolor en el hombro o en el brazo. En muy raras ocasiones, algunos de estos síntomas podrían deberse a otras neoplasias malignas, como el linfoma o la granulomatosis linfoide. Esto puede complicar más el proceso de diagnóstico.

La revisión médica de esta página estuvo a cargo del doctor Lary Robinson. 

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